Mi
confrontación con la docencia
El presente escrito representa una breve reflexión de los
comentarios de mis compañeros de grupo, así como de las inquietudes personales
que han surgido a lo largo de mi corta experiencia como docente.
Hace dos años, después de terminar mis
estudios de licenciatura en derecho, inicio mi aventura en la Escuela de Bachilleres
Lic. Antonio Ma. de Rivera. Todo comenzó cuando me dijeron que estaba a cargo
del grupo de tercero D con la asignatura de Habilidades del Pensamiento, sin
embargo debo admitir que inicie con mas dudas que entusiasmo ya que ¿Qué podría
hacer en una escuela llena de adolecentes que no tienen nada que ver con mis
estudios en la facultad de derecho? y más
importante aún ¿Qué podría YO aportarles a los estudiantes?. No obstante
después de compartir un semestre con 34 chicos de preparatoria mis dudas se
transformaron en un reto, tenia que prepararme mejor, no solo estudiar nuevos
temas y contenidos, sino aprender la manera de transmitirles esos
conocimientos, lograr una mejor disciplina en la clase, y sobre todo conseguir
esa formula mágica que tienen los demás profesores para lograr que sus alumnos
les presten atención, todo ha transcurrido muy rápido, tanto, que es hasta hoy que
me he percatado de la gran e inesperada oportunidad que me han dado de
incorporarme al mundo académico desde una nueva perspectiva: el ser docente a
nivel medio superior.
De septiembre de hace dos años a mayo del
presente, puedo afirmar que no hay un día en que no haya aprendido algo nuevo y
no me refiero únicamente de los conocimientos teóricos, sino de la práctica, el
método del ensayo y error por muy burdo que parezca me ha dado algunos resultados,
por lo que tengo plena conciencia de que el conocimiento basado en la
experiencia no esta completo ni es suficiente para satisfacer las necesidades
de los estudiantes que llegan cada nuevo ciclo escolar por lo que necesito prepararme, así que cursar
esta especialidad se ha convertido en un importante peldaño a escalar en mi
formación como docente, lo que he podido constatar desde su inicio ya que con
cada actividad realizada, he aprendido algo nuevo que sé y puedo constatar que me
ha permitido y me permitirá mejorar en mi labor diaria, pero sobre todo estoy
convencida de que al compartir mi experiencia y leer las experiencias de mis
compañeros puedo crecer y mejorar en mi labor, ya que no estoy sola en este intento
de superación, y la fórmula para lograr ser un buen maestro esta en la constante
preparación, en aportar lo mejor de mi en todos los aspectos y en la comunicación
con cada uno de los estudiantes.
Siempre he pensado que todo sucede por una
razón y para mi la oportunidad de entrar a una escuela a dar clases es de las
mejores cosas que me han pasado, es una experiencia que ha cambiado mi manera
de ver la vida, que me llena de orgullo a pesar de todas las carencias y
dificultades que podamos encontrar en este camino, ya que ser profesor no es
una tarea fácil, y menos aún ser un buen profesor, para lograrlo se requiere de
mucho mas que solo tener el dominio de los temas y repetirlos una y otra vez para
un grupo, es un compromiso con la educación de los jóvenes en la sociedad, que
una vez adquirido se debe refrendar y cumplir constantemente, ya que solo de
esta manera lograremos resolver los problemas que afectan a nuestro país, es
por eso que estoy consiente de la enorme responsabilidad al momento de entrar a
un nuevo grupo, pero también de lo gratificante que puede llegar a ser trabajar
con adolescentes y de lo importante que es aportar algo de provecho para ellos,
sembrarles las ganas de aprender mas, de superarse para que los conocimientos
que alcancen hoy, mañana les sean útiles.